Jardín interior

de Edgar García Ruíz

Septiembre 7, 2023.

Aparador EDA: Cozumel 81, Roma Norte, CDMX


En un mundo obsesionado por el crecimiento, se acumulan los objetos y los materiales. Sólo en México se producen cerca de veinte millones de toneladas de acero anualmente, y se importa aún más. Mientras pasa el tiempo y los materiales recién producidos superan a los antiguos, ¿qué pasa con lo que se ha vuelto obsoleto?

Las respuestas a esta pregunta emanan de la obra de Edgar García Ruíz, quien trabaja principalmente con materiales que otros consideran desecho. En los paneles de acero que componen Jardín interior García Ruíz explora el proceso de oxidación como un medio en si mismo. Sus grabados químicos, hechos por intervenir en el proceso con agua y pintura, reflejan el cielo, como si el acero degradante y su entorno se estuvieran presenciando mutuamente.

Tres de los paneles presentan flores. Mientras las flores tienden a ser ornamentales, compradas para decorar una mesa o un espacio, las de Edgar no son grandiosas o vistosas—son silvestres, las que florecen en sitios contaminados e intersticiales. En los paneles, García Ruíz busca entender cómo la vitalidad se regenera desde el abandono.

Las piezas de Jardín interior existen simultáneamente en dos y tres dimensiones, hechas de capas que, no importa que tan delgadas puedan ser, siempre hacen presente su materialidad. La obra es una interfaz entre lo delicado y lo sólido, y revela que lo sólido no puede asumir su esencia verdadera hasta que se deja deshacer.

Caroline Tracey

Aparador EDA en colaboración con Salón Silicón.


ENG:

In a world obsessed by growth, objects and material accumulate. Mexico produces around twenty million tons of steel every year, and imports even more. But as time passes and the freshly produced objects overtake the old, what happens to those that have become obsolete?

Answers to this question emanate from the work of Edgar García Ruíz, whose objects are nearly always crafted from materials considered by others to be trash. In the cast-off steel panels that comprise Indoor Garden García Ruíz explores steel’s process of oxidation as a medium in itself. His chemical etchings, made from intervening in the process with water and paint, reflect the sky, as though the degrading steel and its surroundings were mutually witnessing one another.

Three of the panels depict flowers. While flowers tend to be ornamental—objects purchased to decorate a table or a space—these aren’t grand or eye-catching: they are the wild flowers that flourish in polluted and interstitial spaces. In the panels, García Ruíz seeks to understand how vitality regenerates out of abandonment.

The panels exist simultaneously in two and three dimensions, made of layers that, no matter how thin they may be, always make their materiality present. The work is an interface between the delicate and the solid, and it reveals that the solid cannot take on its true form until it lets itself break down.

Caroline Tracey

Aparador EDA in colaboration with Salón Silicón.

Fotografías cortesía de Aparador EDA / Photos courtesy of Aparador EDA