Para Material Art fair Salón Silicón proponen hacer una reconstrucción de un baño público con el objetivo de…
“exponer piezas relacionadas con alguna de sus funciones: como espacio de producción de deshechos, de socialización, de confinamiento del deseo homosexual, y de reproducción de roles de género. Obligamos así al arte a existir dentro de un lugar sucio donde la gente caga, llora, coge, menstrúa, se droga.
El baño de ciertos bares, discotecas, gasolineras y otros sitios funciona como zona de cruising: espacio gratuito y comunitario donde los hombres prestan su cuerpo y toman prestado el cuerpo de otros como un bien común.
Los baños siguen siendo lugar de encuentro y ligue para muchos hombres, no solo en aquellos países en que la homosexualidad está castigada sino también en nuestro entorno más cercano.
Para personas no binarias, o aquellas que juegan con los roles de género, los baños son infiernos patrullados por la policía del binomio. En la puerta se revisa el maquillaje, los gestos, y todas las tecnologías de creación de identidad.”